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También ha sido públicado en la revista Mission 360°, puede consultar en el siguiente link https://issuu.com/advmission/docs/mission360-v9n3

Nombre del autor: Vicente Nafri Machado Arévalo

Orley Ford (1893–1972) fue pastor, médico misionero, dentista, maestro, constructor de iglesias y escuelas, administrador y pionero.

Vida temprana

Orley Ford nació el día 27 de diciembre de 1893 en una granja de trigo al sur de Pullman, Condado de Whitman, Washington, Estados Unidos.[1] Fue el tercer hijo de los siete que procrearon Willis Ephraim Ford (20 de Noviembre de 1855 – 25 de Abril de 1924) [2] y Rhoda Ann Andross (14 de Septiembre de 1856 – 10 de Junio de 1930) [3].

En 1874 la Conferencia General envió al pastor Isaac Van Horn para levantar y organizar iglesias en el noreste de Estados Unidos, el primer lugar donde levantó su carpa evangelística fue en Walla Walla, Washington[4]. Entre los primeros conversos gracias a sus predicaciones estuvieron Willis Ephraim Ford y otros miembros de la familia Ford[5]. Fue en esas mismas reuniones que se convirtió al adventismo un soldado destacado en Walla Walla de nombre Alonzo T. Jones, que llegaría a ser pastor adventista y un importante actor del histórico congreso de Minneapolis en 1888[6]. El pastor Van Horn organizó la primera iglesia en Walla Walla el 17 de mayo de 1874[7]. Tiempo después, a la edad de 80 años se bautizó el padre de Willis Ephraim Ford, el hermano Nineveh Ford[8] (15 de Julio de 1815 – 8 de Marzo de 1897)[9].

Willis Ephraim Ford conoció a Rhoda Ann Andross y se casaron en Walla Walla el 28 de Octubre de 1886, juntos engendraron siete hijos, en el siguiente orden de nacimiento: Grace (1887), Frank (1889), Orley (1893), John E. (1899), Edna (1901), Orpha M. (1903) y Evelyn (1915)[10].

En Diciembre de 1892 abrió sus puertas Walla Walla College[11], en College Place, la familia Ford fue parte de los fundadores de esta institución. Willis Ephraim Ford vendió la granja en Pullman y construyó su casa en College Place, a la que se mudaron en 1907[12], la familia Ford deseaba que sus hijos recibieran una educación cristiana adventista; para ese entonces Nineveh Ford vivía cerca de Walla Walla, a 16 kilómetros, en Milton-Freewater, Oregón, donde recientemente se había cerrado una escuela de educación superior[13].

Orley Ford, al nacer en 1893 lo hizo en el seno de una familia adventista que trabajó para que sus hijos crecieran y se educaran en un ambiente cristiano.

Educación y matrimonio

El 20 de mayo de 1913 Orley Ford, junto con su padre Willis Ford iniciaron un viaje hacia una reunión campestre que se realizó en Takoma Park, Maryland. En esa reunión se presentaron muchos misioneros a contar sus vivencias que experimentaban en su trabajo en campos extranjeros. Esos informes tocaron los corazones de padre e hijo, al final de la reunión tomaron la decisión de probar un poco de esa emocionante e importante labor, junto con otro grupo de hermanos viajaron a Nueva York y de allí tomaron un barco hacia La Habana, Cuba, trabajaron el verano como obreros de sostén propio colportando. Esa experiencia marcó para siempre a Orley y lo motivó a tomar la decisión de convertirse en misionero[14].

Su educación superior la cursó en el Walla Walla College. Para poder pagar sus estudios, trabajó incansablemente como colportor cada verano, siempre se encontró entre los colportores con más ventas[15]. Dentro de la institución era un participante activo en las muchas actividades propias de la institución, en forma especial lideraba el círculo de las Misiones Extranjeras[16].

En la primavera de 1917 terminó su curso universitario[17]. Mientras estudiaba en el Walla Walla College, conoció a Lillian Gertrude Shafer, nacida en Burdett, Kansas el 29 de Diciembre de 1894[18] e iniciaron un noviazgo que finalizaría en matrimonio. Posteriormente a la graduación, la tarde del día 22 de Julio de 1917, bajo un gran arce en la casa de Willis Ford[19] y en presencia de 100 invitados, se llevó a cabo la boda de Orley Ford y Lilian Gertrude Shafer [20]. Después de la boda, completaron[21] un curso de técnicas médicas[22] en el White Memorial Hospital[23] del College of Medical Evangelists[24], Universidad de Loma Linda[25], y finalmente, habiendo enfrentado muchos retrasos, el día 21 de Diciembre partieron del Nueva Orleans hacia el campo misionero[26], se despidieron de sus amigos y familiares como si nunca los volverían a ver en esta tierra, porque habían consagrado su vida al trabajo en las misiones extranjeras[27], creían que nunca más regresarían a Estados Unidos y que volverían a ver a sus amados hasta la segunda venida Cristo[28].

Orley Ford junto con su esposa procrearon cinco hijos[29]. El primer hijo fue Theodore Willis Ford (16 de Abril de 1919 – 17 de Diciembre de 1919), falleció siendo un bebé y fue sepultado en Perú. Su segundo hijo, Robert Elden Ford (1 de Febrero de 1921 – 26 de Octubre de 2006)[30] siguió los pasos de sus padres y trabajó como pastor misionero por 48 años en Centro América, fue el fundador de la Escuela de Capacitación Adventista Salvadoreña (ECAS) y primer director de esta institución en 1983. Arlis Elizabeth Ford (27 de Octubre de 1922 – 4 de Agosto de 1924), su tercera hija, falleció muy pequeña de cólera mientras estaban de vacaciones en Kansas, fue sepultada en Estados Unidos. Su cuarta hija fue Sylvia Marilynn Ford Larson (10 de Julio de 1927 – 28 de Septiembre de 2018)[31], junto con su esposo y familia sirvieron como misioneros en Centroamérica. Su quinto hijo fue Donald Dean Ford (16 de Mayo de 1934 – 11 de Julio de 1943), siendo niño falleció en Costa Rica, donde fue sepultado. Tres pequeñas tumbas, en las tres Américas son una muestra del sacrificio que los Ford tuvieron que hacer para continuar con la misión de sus vidas[32]. Los Ford adoptaron un sexto hijo a principio de la década de los 40, su nombre es Bill Ford, actualmente vive en Kingsvil, Missouri[33].

Ministerio

Perú, 1918-1921

El 13 de enero de 1918[34] llegó a Perú. Los Ford, habían sido la última pareja de cinco asignadas en 1917 para trabajar entre los indígenas de la región del lago Titicaca en el Perú[35]. El tiempo que trabajó en ese país, lo hizo bajo el liderazgo y la mentoría del pastor F. A. Stahl, conocido en Suramérica como “el apóstol de los Incas” [36], el pastor Stahl visitaba muy seguido al pastor Ford para poder realizar bautismos, supervisar la apertura de escuelas y de nuevos lugares donde se reunían grupos de adoradores.

Antes de llegar a Pomata, donde sería su primer hogar y campo de trabajo, los Ford pasaron por Puno antes de llegar a Pomata, ambas localidades se localizan a orillas del Lago Titicaca; en una carta el pastor Ford hizo una descripción de la condición espantosa en la que vivían las personas en Puno, especialmente los indígenas, las condiciones terribles de salubridad, pobreza y miseria existentes podían desanimar a cualquiera, pero Orley Ford en lugar de desanimarse se alegró porque había trabajo suficiente como para no querer irse de aquel lugar toda la vida[37].

Al llegar a Pomata, los recibió el hermano R. A. Nelson que había estado casi un año en aquel lugar, pero por problemas de salud de su esposa tenían que retirarse, no sin antes hacerle compañía a los nuevos misioneros un par de semanas. La misión de Pomata contaba con una casa y una iglesia que aún no estaban terminadas, les faltaban las puertas, ventanas, piso y techo. En los primeros días el pastor Ford, mientras atendía hasta 30 pacientes a diario y hacía trabajo misionero, también trabajó de carpintero, sin saber nada de carpintería, para terminar la casa donde vivirían y la iglesia donde se reunían entre 80 y 100 personas. Cuando llegaron al Perú, los Ford no sabían nada de español, pero a los tres meses ya eran capaces de comunicarse con las personas, en poco tiempo el pastor Ford ya tenía preparadas a unas 30 personas para su primer bautismo. En Pomata había una población estimada de 10,000 habitantes en su mayoría indígenas, y el único centro de salud estaba en la misión adventista que atendían los Ford[38].

Existen muchas historias del trabajo del pastor Ford en Pomata, que fue el único lugar donde trabajó en Perú, una que sobresale sucedió solo unos meses después de haber llegado, lo llamaron para tratar al hijo de un jefe indígena que estaba a punto de morir de gangrena en la pierna, los indígenas le llamaban a la enfermedad “pie de brujo”[39]. La amputación era la única forma posible de salvar la vida de aquel joven. Indiscutiblemente con 4 meses de preparación médica, tenía poco conocimiento del procedimiento quirúrgico y no existía ningún instrumental quirúrgico para usar; hizo lo mejor que pudo con herramientas improvisadas, y según sus palabras “el Señor hizo el resto”[40]. Con un cuchillo de carnicero, una sierra de carpintero y sin anestesia, le quitó la pierna y en poco tiempo se recuperó completamente. Con las mismas herramientas le hizo una prótesis rústica de madera para que la usara temporalmente, le sirvió hasta que el Dr. P. T. Magan le envió una prótesis especial. La operación salvó una vida, se ganó el corazón de una familia que había sido enemiga de la misión y lo puso en contacto con cientos de esa tribu que no habían querido escucharlo antes[41].

En otra ocasión recibió una carta, donde un sacerdote de la localidad le pedía que fuera a atenderlo porque estaba muy enfermo, el pastor Ford dudó por un momento en ir, ya que esta persona en el pasado había instigado a un grupo de indígenas para que le hicieran daño al pastor Stahl, pensaba que podía ser una trampa, pero finalmente tomó la decisión de ir, a costa de arriesgar su propia vida. Encontró que el hombre estaba verdaderamente muy enfermo, fue recibido con el trato que se les daba solo a distinguidas personalidades. Después de unas horas de aplicar un tratamiento el hombre mejoró mucho[42]. Este sacerdote entabló una amistad tal con el pastor Ford, que cuando tiempo después estaba agonizando pidió que lo llamaran para que él lo ministrará en sus últimas horas de vida[43].

En 1921 llegó un hombre indígena que había caminado 4 días para ver al pastor Ford y suplicarle que enviara uno de los pocos maestros que tenían para que abriera una escuela en su comunidad, eran decenas de solicitudes similares a estas las que llagaban cada año a las manos del pastor Ford, para entonces había 11 trabajadores nativos con él y cuatro congregaciones, más la principal, que atender. Su fama se hizo tan grande entre los indígenas que cuando llegaba a las localidades de ellos era recibido por una comitiva especial a caballo, con pancartas y música local; en otras ocasiones le salían al camino indígenas de otras localidades que le suplicaban que se quedara con ellos una sola noche para que les contara “historias del evangelio”[44].

Al final de su estadía en la misión de Pomata el pastor Ford tenía 28 solicitudes de igual número de lugares para abrir escuelas, se necesitaban maestros. La iglesia con capacidad para 400 miembros ya no daba abasto, se llenaba totalmente y muchos quedaban fuera. Tenía 75 personas listas para el bautismo y más de 400 personas en una nueva clase bautismal. En los últimos 2 meses habían obtenidos más resultados que en todo el tiempo que había estado en Pomata, se había ganado el corazón de la comunidad[45].

Un número significativo de cartas y artículos que el pastor Ford escribió mientras estaba en Pomata y casi todo su tiempo en Suramérica mencionaban tres temas importantes: El amor que tenía por las personas en aquellas tierras, un poderoso llamado para que llegaran más misioneros a cubrir las necesidades existentes en cientos de comunidades, y su fuerte deseo del pronto regresó de Jesús[46].

Ecuador, 1921-1931

A finales de 1921 los Ford llegaron al puerto de Guayaquil[47] en Ecuador, y desde allí inició su largo ascenso en tren hasta la capital, Quito. Desde que recibió la noticia de que sería enviado a Ecuador, el pastor Ford junto con su esposa oraron mucho para que Dios los dirigiera al lugar correcto. Ellos le pusieron como señal a Dios que les proporcionara una casa en una zona muy poblada y que recibieran algún tipo de invitación de parte de los locales. Pasó muchas semanas visitando los lugares donde habían trabajado los hermanos Howard y Lorenz, y otras nuevas comunidades, esos eran los asentamientos indígenas más prometedores para su misión, pero no había nadie dispuesto a darles una casa. Fue impresionado por Dios para visitar la región de Colta, muchos trataron de desanimarlo diciéndole que era un lugar donde había muchos criminales y que era desagradable para vivir, aun así, visitó la región y para su sorpresa encontró una comunidad de más de 20 mil indígenas[48].

La primera casa que visitó fue la de un indígena muy influyente que estaba enfermo, comenzó a tratarlo y varios vecinos se acercaron a la casa con la curiosidad de ver al “gringo”, como llaman a los extranjeros en la mayoría de países latinoamericanos. Después de tratar al enfermo les dijo a los que se habían reunido que Dios lo había enviado para abrir una escuela en el lugar y a sanar los enfermos, y si ellos querían podía establecerse entre ellos. Los indígenas le contaron que no tenían escuela y de los malos tratos que eran objeto por el patrón y las autoridades civiles y religiosas. De forma inmediato les ofrecieron que se quedaran con ellos, les explicó que necesitaban casas para ellos, su interprete y la escuela[49].

En una segunda visita los indígenas les tenían lista una choza para él, que era más alta de lo normal, y otras dos para el intérprete y la escuela, y por temor a que no les gustaran les mostraron otras más para que pudieran elegir. Le pidieron que no se fuera, que se quedará con ellos, que les enseñaran a cómo vivir y ser cristianos. Fueron muy amistosos y amables con ellos, al pastor Ford le llamaban “el pequeño doctor” o “doctorcito”, una referencia cariñosa por su estatura, y de esa forma fue conocido en Ecuador[50].

A los pocos días que el pastor Ford había llegado, en Riobamba, Colta, mientras se celebraba una fiesta del pueblo, donde los hombres y mujeres se emborrachaban, una mujer fue envestida por un toro, su cara fue rasgada de la boca hasta los ojos y de la espalda hasta sus orejas, enviaron a llamar al pastor Ford para que la atendiera.[51] Al llegar vio que su ojo había quedado colgando y fuera de su cuenca ósea. La habían pisoteado y dejado inconsciente, sin que nadie le diera primeros auxilios. Todavía estaba viva a la mañana siguiente cuando llegó, primero oró en voz alta ante la multitud y la familia, luego intervino a la mujer limpiando y cosiendo las heridas, ella sanó y muy pronto estuvo bien, incluso recuperó la vista en su ojo[52]. Las personas que antes no habían aceptado al nuevo misionero aprendieron a amarlo y ahora estaban contentos que estuviera entre ellos.

A finales de 1922, el pastor Ford estuvo postrado en cama, enfermó, había estado atendiendo hasta 4000 personas al mes y le llegaban solicitudes para que fuera a predicar a nuevos lugares. Los médicos recomendaban que dejara inmediatamente la misión y se sometiera a una cirugía, pero él no quiso abandonar su puesto misionero hasta que llegara un reemplazo, la misión no contaba con el presupuesto para llevar a alguien más[53]. Finalmente, alguien aceptó la invitación para cuidar la misión del Lago Colta, mientras el pastor Ford recuperaba su salud, fue su hermano John Ford, junto a su esposa partieron de California rumbo a Ecuador el 7 de diciembre, para trabajar entre los indígenas a los que su hermano estaba sirviendo desde hacía más de un año[54], entonces Orley Ford pudo recibir la atención médica que necesitaba.

John Ford estuvo sirviendo junto a su hermano en la misión del Lago Colta[55] durante los años 1923[56] y 1924[57]. Aprovechando la estadía de su hermano, el pastor Ford junto a su esposa tomaron su primer furlough o vacación larga que le correspondía como misionero en el extranjero. Durante la mayor parte de 1924 el pastor Ford aprovechó su vacación para visitar escuelas, universidades e iglesias para animar a jóvenes para que se ofrecieran como voluntarios para trabajar en las misiones extranjeras y también apoyar financieramente la causa, entre los lugares que visitó ese año se pueden mencionar Yakima Valley Academy[58], iglesias en Seattle[59], su alma mater el Walla Walla College[60], iglesias en California, el Glendale Sanitarium And Hospital[61] y un campestre en Topeka, Kansas[62]. También aprovechó la ocasión para actualizar sus conocimientos médicos en el White Memorial Hospital[63].

En octubre de 1924 los Ford retornaron al Lago Colta, su pequeña hija había muerto en Estados Unidos durante la vacación, en Kansas. Una noche una turba de hombres armados llegaron a la choza de los Ford para matarlos[64], pero salieron huyendo del lugar, tiempo después, cuando algunos de esos hombres se convirtieron al evangelio, le contaron que ellos salieron corriendo porque habían visto soldados que cuidaban el hogar de los Ford, ellos aseguraban que eso fue un milagro[65]. Aunque desde un principio se contaba con el permiso del gobierno para abrir una escuela por parte de los adventistas, fue hasta después de 1924 que se pudo hacer, para entonces ya se había construido un templo en la misión de Colta[66].

A finales de 1926 las amenazas de violencia física habían cesado, pero ahora los opositores al trabajo de Orley Ford hicieron uso de una herramienta más dañina, la difamación, y dañaron el buen testimonio ante las autoridades civiles. A su defensa salieron cientos de personas que escribieron un manifiesto a favor del honor y trabajo del caballero norteamericano, en resumen el manifiesto hablaba de la educación de calidad y gratuita que sus hijos indígenas recibían en la escuela que los Ford habían establecido; mencionaba la abnegada labor médica que el pastor Ford daba a todas las personas sin hacer distinción de posiciones sociales, a cualquier hora y sin importar lo mucho que tuviera que caminar; no pudieron dejar fuera la abnegada labor de la señora Ford como compañera fiel y una comadrona experimentada que había librado de la muerte a muchas mujeres de la comunidad; observaron que su persona era tan necesaria en su zona que cuando él estuvo de vacaciones en 1924, ellos fueron a la misión a solicitar que regresará a ellos y finalmente manifestaban el amor que ellos les tenían y el amor que sentían de parte de ellos, dando permiso que el señor Ford hiciera uso de esa carta como defensa ante cualquier querella legal, firmando el manifiesto cientos de personas de Colta[67].

A mediados de 1928, D. W. Palmer y su esposa llegaron a apoyar el trabajo de los Ford en Colta, de tal manera que el pastor Ford tuvo más tiempo para dedicarlo a la evangelización en otras ciudades de Ecuador como Quito, Guayaquil y Cajabamba[68]. En su pequeño dispensario el pastor Ford trataba una gran variedad de enfermedades, como: malaria, disentería, cólera, dolor de muelas, forúnculos, carbuncos, enfermedades de la piel, heridas, tumores, úlceras tuberculosas, enfermedades venéreas, problemas renales, gusanos, reumatismo, piojos y muchas otras. Después de ser atendidos y recibir medicina se iban a sus casas con literatura que llevaba el mensaje de salvación[69].

El trabajo que los Fors hicieron en la misión del Lago Colta, fue como una siembra que ha partir de 1928 comenzó a dar una abundante cosecha, ya que, gracias al testimonio de ellos, el gobierno y la sociedad ecuatoriana, profundamente católicos, se abrieron al mensaje adventista en las principales ciudades de Ecuador[70]. J. D. Replogle, el misionero que reemplazó al pastor Ford en Colta reconoció el excelente trabajo que los Ford realizaron y que era reconocido en todo Ecuador, también mencionó la influencia de su ministerio en el crecimiento de la iglesia adventista en esa nación[71].

Guatemala, 1931-1942

El 6 de marzo de 1931 el pastor Ford junto con su familia partió de Nueva Orleans a bordo del S.S. “Castilla” hacia Puerto Barrios[72], Guatemala, respondiendo a un llamado de la joven División Interamericana como presidente de la Misión de Guatemala. Los primeros 3 meses después de su llegada los utilizó para conocer el campo, primero realizó una serie de reuniones evangelísticas en Quezaltenango, luego visitó la zona norte del país y finalmente se instaló en la capital. Habían salido de Ecuador en 1930, tomándose unas vacaciones largas, primero cruzando la cuenca del Amazonas, luego viajaron a su patria, participando en las reuniones de la Conferencia General, y finalmente llegaron a su destino en Guatemala, su hijo Elden había estudiado en 7 escuelas diferentes ese año[73].

En 1933 realizó un viaje exploratorio al Peten solamente acompañado por el secretario – tesorero del campo, el hermano A. E. Lutz[74]. Viajaron en auto y tren desde la capital hasta Santo Domingo de Cobán en el departamento de Alta Verapaz, luego caminaron por dos semanas entre montañas y pueblos densamente poblados por indígenas de idioma Q'eqchi', no encontraron a ninguna persona blanca en ese recorrido, los indígenas parecían personas buenas. Llegaron al río La Pasión y navegaron en él por 3 días, volvieron a caminar hasta llegar al Lago Petén. Pasaron 3 semanas vendiendo y regalando literatura en Flores y las comunidades a su alrededor. Todas las noches celebraron servicios públicos en las aldeas y la gente salía a escucharlos y quedaron muchos interesados por el mensaje, que serían receptores definitivos cuando comenzara la evangelización de esos lugares[75].

En su trabajo en la capital, con el apoyo de la señora Ford se trabajó mucho con los jóvenes, estos eran motivados para realizar campañas evangelísticas, unos predicando y otros dando estudios bíblicos y apoyando en las reuniones. Los resultados no eran pocos, y muchos aceptaron el mensaje adventista gracias al trabajo de estos jóvenes.[76]

El pastor Ford entabló amistad con el gerente de la compañía de aviones Harvest Ingathering, que realizaba viajes al interior de la república desde la capital, a quién visitó durante la campaña de recolección anual de fondos, además del donativo le ofreció hacerle viajes en avión a una tarifa especial, de tal manera que podía gastar lo mismo al viajar por avión que por tierra, y los viajes que antes duraban hasta días, los realizaba en minutos. Entre esos lugares que visitó constantemente para el establecimiento de la obra fue la región de Jalapa, en donde, a través de la distribución de la revista El Centinela se hacían contactos para las reuniones públicas que realizaba[77]. En Jalapa vivían cerca 10,000 indígenas, en las reuniones evangelísticas que mantenía en sus visitas siempre hubo una asistencia de entre 25 y 40 personas, a veces tenían hasta 5 reuniones en el día, algunos caminaban hasta 20 kilómetros para escuchar la predicación[78]. Desde que había estado trabajando en el Lago Titicaca de Perú, no había encontrado un lugar en donde las personas mostraran tanto interés en el evangelio como en Jalapa[79].

Durante el verano aprovechaba la falta de lluvias y trataba de predicar un sermón diario, a veces tenía más de un sermón al día. El Lago Atitlán, fue otra zona en la que trabajó mucho para que el evangelio se expandiera por todo el país, de Noviembre de 1931 a Febrero de 1932 celebró una serie de reuniones evangelísticas en Sololá, en la zona del mencionado lago, y aprovechó para visitar las iglesias cercanas, solo en ese esfuerzo bautizó 27 personas, casi la misma cantidad que se bautizaron en todo el país durante 1931. Entre los bautizados habían 4 indígenas Cachiquel y 2 Man, esos fueron los primeros bautismos de esa etnia en Guatemala[80].

En 1933 el pastor Ford se dedicó a visitar el Petén y a la construcción del nuevo templo de la iglesia central de la capital, este fue inaugurado en febrero de 1934, el hermoso edificio de estilo gótico tenía asientos para 350 personas, pero podía ampliarse hasta 500. Se construyeron espacios para las oficinas de la misión, la librería y una escuela, contaba con bautisterio y espacio en la plataforma para un coro. El costo total de la construcción fue de $ 2,750.00 dólares. El pastor Ford decidió inaugurar el edificio con una serie de reuniones que duró 2 meses y que fue cubierta por la prensa local, lo que sirvió de publicidad gratuita, cada noche hubo lleno total de más de 500 personas. Al mismo tiempo el hermano Larrabee tenía reuniones en Jalapa y el hermano José Aguilar en Quezaltenango. Mientras que el tesorero, el hermano Lutz hacía su trabajo con los Jóvenes. Como se observa el pastor Ford no solo era un buen pastor, sino también un buen administrador y velaba por el crecimiento integral de la iglesia[81].

Cuando el pastor Ford llegó a Guatemala en 1931 no había ningún converso entre los indígenas. Guatemala era una nación con 2.5 millones de habitantes y el 80% de la población era de ascendencia indígena. Para finales de 1935 ya se había logrado llevar el mensaje a 2 etnias y se había comenzado en una tercera. Ese año inició esfuerzos en Momostenango donde una iglesia pentecostal de indígenas, en su mayoría aceptaron el mensaje adventista[82]. En noviembre del mismo año el pastor Ford motivó esfuerzos para que se iniciara la obra en Mazatenango enviando al hermano Larrabee a realizar reuniones evangelísticas, en Abril de 1936 ya había un grupo establecido donde se reunían 40 personas en la Escuela Sabática y 28 hermanos bautizados[83].

Entre Junio y Agosto de 1937 participó en el Seminario Teológico de la Conferencia General, una escuela de posgrado, especialmente para obreros. El pastor Ford era un fiel creyente de la preparación académica como una herramienta para perfeccionar el trabajo de los obreros en el campo. Al regresar a Guatemala confesó que lo hacía con una mente más despierta y con material para trabajar en el campo por muchos meses[84].

En 1938 se abrió la obra hispana en Puerto Barrios y también el Chichicastenango; constantemente el pastor Ford motivaba a los jóvenes guatemaltecos a realizar sus estudios en el colegio de Costa Rica para prepararse como obreros[85]. Durante la administración del pastor la iglesia en Guatemala creció de ser un poco más de 100 miembros a más de 500 miembros en 1939[86], fue a finales de ese mismo año que se terminó de construir el moderno templo de Puerto Barrios con una capacidad para más 200 personas, con aulas para la escuela. En su época era considerado uno de los mejores templos de Centroamérica, los fondos para comprar el terreno y los materiales de construcción se obtuvieron de la venta de la antigua propiedad donde estaba el primer templo, la Unión Centroamericana y la División Interamericana también aportaron y los hermanos pusieron la mano de obra. En su inauguración habían más de 500 personas en el templo, que como las demás construcciones locales estaban sobre pilones de concreto[87].

Entre 1934 y 1939, bajo la administración del pastor Ford se construyeron 9 templos en Guatemala incluyendo la remodelación del templo de la capital[88]. En 1940 se inició la obra en Escuintla y el mismo pastor Ford abrió la obra en Jutiapa[89].

En una ocasión le llegaron noticias, gracias al colportor Adrián Alcantara, que en la localidad de San José Ojetenán, en la zona montañosa del departamento de San Marcos, había un grupo de observadores del sábado que habían conocido la verdad gracias a un hermano que viajó a México y había regresado con ese nuevo mensaje. Se animó y decidió ir personalmente, fue un viaje de 150 millas, que lo realizó en varios días y a pesar de que llevaban caballos prefirió ir a pie, decía que confiaba más en sus piernas en esos empinados caminos. Mientras viajaban, descansaban en pueblos y ciudades en donde compartían la verdad y el pastor Ford, como siempre lo hizo en su vida, daba consultas médicas – odontológicas. Cuando al fin llegaron a Ojetenán, había 50 miembros de la Escuela Sabática y después de estar varios días entre ellos se bautizaron nueve, quedando un grupo grande listo para el siguiente bautismo[90].

A finales de 1942, el pastor Ford fue invitado a trabajar como presidente de la Misión de Costa Rica, hasta ese año la feligresía en Guatemala había llegado a 664 miembros bautizados, solo en el año de 1941 se habían bautizado 151 personas[91]. En su último año como presidente de la Misión de Guatemala la iglesia central de Guatemala se había convertido en la iglesia de habla hispana más grande de Centroamérica en feligresía y se dirigieron esfuerzos para abrir obra en las ciudades de Chichicastenango y Quiché[92].

Mientras el pastor Ford trabajó en Guatemala, usó el mismo método que había usado en Suramérica para hacer amigos y abrirse paso entre los indígenas Mayas-Quiché, un segmento de la población que se calculaba en más o menos 2 millones de personas; él llegaba a cada pueblo ofreciendo sanar las dolencias de sus habitantes, se ganaba su confianza y luego les presentaba el mensaje del evangelio[93].

Costa Rica, 1942-1945

A la llegada del pastor Ford, la Misión de Costa Rica tenía 600 miembros, de los cuales 500 pertenecían a la provincia de Limón, en el área educativa se contaba con 5 escuelas y la academia donde se preparaban obreros para toda Centroamérica. Entre los primeros lugares que visitó estuvo la provincia de Guanacaste, en ese entonces era una región selvática a la que se podía tener acceso únicamente por mar o por avión. Junto con el hermano Ruiloba y el colportor Tito Castellón realizó el viaje desde Puntarenas en barco a través del Golfo de Colorado y luego por el río Tempisque hasta donde pudieron, a partir de ese momento el pastor Ford vivió por primera vez la experiencia de viajar en una carreta halada por una par de bueyes, el viaje en la carreta duró 5 días y por 3 semanas estuvo en la ciudad de Liberia y sus alrededores dando estudios bíblicos, teniendo reuniones evangelísticas y alentando al pequeño grupo de adventistas. Luego visitó la costa atlántica del país, donde se localizaba la mayoría de la feligresía del país[94].

Del 16 al 21 de Febrero de 1943, en la ciudad de Limón se realizó la sesión de la Misión de Costa Rica, en ella el pastor Ford exhortó a los asistentes para aunar esfuerzos y predicar el mensaje con más ahínco entre las personas de habla hispana[95]. Inmediatamente después de la sesión el pastor Ford realizó esfuerzos evangelísticos en las ciudades de San José y Alajuela[96]; los resultados de ese esfuerzo no se hicieron esperar, el pequeño templo con el que se contaba en San José ya no daba abasto para la asistencia a la Escuela Sabática y se comenzó a hacer planes para ampliarlo, además tenían una clase bautismal de 75 personas[97].

1943 fue un año histórico para la Misión de Costa Rica, tanto las ventas del colportaje como el ingreso en diezmos fueron los mejores de la historia hasta ese momento. Pero también ese fue un año trágico para los Ford, en el mes de Julio, mientras el pastor Ford estaba fuera de casa, su hijo menor, Donald, enfermó gravemente de un tipo de meningitis, fue fulminante en menos de 24 horas había fallecido, el pastor Ford apenas pudo llegar a tiempo para el funeral[98]. Esta era la tercera vez que perdían un hijo, el dolor y la tristeza que los embargaba se pudo notar en artículos que ambos escribieron, pero también era notorio la esperanza y la seguridad que las promesas bíblicas les daban[99], confiaban plenamente en la voluntad de Dios y sabían que él nunca los había abandonado, aceptaban sus derroteros, sean cuales fueran estos, la fe de los misioneros se fortalecía cada día más[100].

Sociedad Dorcas fue otro ministerio que trabajó fuerte durante la administración del pastor Ford con el apoyo de su esposa, para 1944 había 5 sociedades de Dorcas funcionando en el país[101]. También el trabajo con niños, jóvenes y adultos a través de las clases progresivas era fuertemente impulsado por la señora Ford, en una ocasión preparó a un hermano de 84 años en la clase de amigo[102].

Desarrolló grandes esfuerzos evangelísticos en San José, la capital de Costa Rica, en uno de ellos noche tras noche, cientos de personas estuvieron escuchando el mensaje, y tomaban sus decisiones, los miembros de la iglesia ayudaban en el esfuerzo al traer a sus amigos y vecinos con ellos al lugar de la campaña[103]. A inicios de 1945, realizó una serie de conferencias en Puntarenas junto al hermano Gonzalo Gonzáles, quien era invidente, en el primer bautismo se entregaron 20 personas al Señor. Ese mismo año en Costa Rica se realizó uno de los esfuerzos evangelísticos más destacados de la Unión Centroamericana, 76 personas se bautizaron en un esfuerzo realizado en Puerto Limón, entre la población de habla inglesa, gracias al trabajo del pastor R. T. Rankin [104].

En 1945, durante sus vacaciones, los Ford visitaron Walla Walla Colege, todos se admiraron de la salud y fortaleza que gozaban después de 28 años de servicio activo en Latinoamérica, fueron un testimonio poderoso para sus amigos y familiares de los cuidados que el Señor tiene para sus hijos fieles[105]. En Julio regresaron a Costa Rica[106], pocos meses después fueron llamados a trabajar en El Salvador[107].

El Salvador, 1945-1972

El pastor Ford sirvió como presidente del campo por casi 14 años, hasta 1958[108]. Al igual que en Guatemala y Costa Rica, el pastor Ford, apoyado por su esposa, motivó el trabajo de los jóvenes a través de los Misioneros Voluntarios (MV), eran muchos los jóvenes MV activos en todo el territorio[109]. La hermana Lilian Ford ayudó fuertemente con el trabajo de los jóvenes a través de los MV, siendo los precursores de los Conquistadores y Guías Mayores en El Salvador, también sirvió en otros departamentos de la misión[110]. El pastor Ford estaba seguro que el trabajo que los jóvenes MV[111] podrían hacer por la iglesia era de gran bendición, por eso impulsaba ese ministerio, eso fue evidente cuando en la vacación de agosto de 1949 organizó el primer campamento MV de El Salvador y según sus palabras, el primero de la Unión Centroamericana[112].

En 1947 en El Salvador únicamente había 3 pastores, 693 miembros bautizados y 1003 miembros de la Escuela Sabática en todo el territorio, gracias al liderazgo y dirección del pastor Ford ese año se lograron bautizar 153 personas, algo que nunca había pasado en la historia de la Misión de El Salvador[113]. El pastor Ford estaba seguro que no había otro lugar del mundo en donde el mensaje adventista tuviera tantas expectativas de crecimiento como la División Interamericana, y no estaba equivocado[114], la División Interamericana es una de las divisiones del mundo adventista de más rápido crecimiento. Estableció como filosofía de trabajo en El Salvador el lema “Siempre más, nunca menos” y animó el trabajo de los laicos locales. Equipó la misión con 25 proyectores que fueron diseminados por todo el territorio para poder evangelizar[115] e implementó en el mes de mayo un instituto de predicadores laicos para preparar evangelistas de todo el territorio[116].

En 1950 el pastor Ford implementó el programa “Comparte tu fe”, animando a más de 50 jóvenes MV a realizar actividades de proyección social en la ciudad capital. Gracias al trabajo que los Misioneros Voluntarios realizaron se abrieron 2 clases bautismales y los mismos jóvenes realizaban actividades para recaudar fondos y financiar sus actividades misioneras, en el primer bautismo de este esfuerzo se bautizaron 16 personas[117].

A inicios de 1953 los líderes de la División Interamericana se reunieron con el pastor Ford en El Salvador para estudiar y hacer planes para hacer una amplia remodelación al templo de San Salvador, ya que el existente no era capaz de cubrir las necesidades de la creciente iglesia[118]. Para 1956 el edificio de la iglesia Central de San Salvador estaba parcialmente terminado y los miembros se comenzaron a reunir en él, este trabajo lo dirigió el pastor Ford[119].

El 18 de enero de 1957, con una serie de reuniones evangelísticas se inauguró el nuevo templo de la iglesia Central de San Salvador. El antiguo edificio había sido vendido y el nuevo se construyó en la ubicación actual, en el Barrio San Miguelito. Los hermanos deseaban glorificar a Dios con un templo representativo en la capital, motivados y dirigidos por el pastor Ford, pudieron lograrlo. El nuevo templo incluía una nave principal con capacidad para 1,000 personas, 4 aulas para escuela y oficinas para la Misión. Fue construida de ladrillos reforzados y concreto para resistir incendios y terremotos[120]. El 16 de marzo de 1963 el templo fue dedicado junto con las aulas del colegio. Para entonces se estaban reuniendo 350 miembros y se habían abierto 5 nuevas congregaciones[121].

A partir de 1954, la Misión de El Salvador dio un realce importante a la escuela bíblica postal, se animó a los hermanos a distribuir tarjetas de inscripción entre sus vecinos y familiares. Un ejemplo de la efectividad de ese esfuerzo fue la Escuela Sabática que fue abierta en la hacienda de Chanmico, La Libertad, gracias a que Leonidas Alas llenó una de esas solicitudes e inscribió a otros de sus amigos, pronto hubo un grupo de adoradores adventistas en su comunidad. La escuela bíblica postal era administrada por la señora Ford[122].

La Sociedad Dorcas fue otro ministerio que se impulsó en la capital durante la administración del pastor Ford, su esposa encabezaba estos esfuerzos y su casa servía como centro de trabajo. En 1956 vendían cenas para patrocinar sus actividades y comprar equipo y material para hacer ropa y repartirla entre personas necesitas, además visitaban el hospital de maternidad a la hora que las madres con sus bebés recién nacidos eran dados de alta y les entregaban un paquete de ropa para ellas y los niños, algunas mujeres eran tan pobres que salían con sus hijos del hospital envueltos en hojas periódicos[123].

En la ciudad de Zacatecoluca, departamento de la Paz, el evangelio entró a través de los cursos bíblicos por correspondencia en 1958. El pastor Orley Ford y su esposa Lilian apoyaron mucho este esfuerzo; para finales de 1959 hubo una graduación, algunas de las personas que se graduaron ya habían tomado 3 cursos diferentes. Después de la graduación hubo una ceremonia matrimonial para que algunos de los graduandos que no estaban casados, lo pudieran hacer y así estar listos para el bautismo, para entonces ya había por lo menos 15 personas preparadas para ser bautizadas[124].

Últimos días

Después de estar 42 años en servicio activo como misionero fuera de su país (1917-1959) [125], el pastor Orley Ford se jubiló; él junto a su esposa decidieron hacer de El Salvador su segundo hogar, y a pesar de estar jubilado siguió trabajando como pastor de distrito en una vida muy activa y misionera como siempre había sido, “Jubilado, pero no cansado”, así lo describieron sus contemporáneos[126].

En 1962 la División Interamericana invitó al pastor Ford al Congreso Mundial de la Conferencia General, en ese año la División estaba cumpliendo 40 años de existencia y el pastor Ford 45 años de servicio, más tiempo que el de la existencia de la División misma[127], en su discurso el pastor Ford dijo: “Oficialmente estoy retirado, como deben estar todos los Ford viejos finalmente; sin embargo, en el lote de autos usados, cuanto más viejo es el auto, mayor es su valor de venta, así como el Ford más antiguo, tomo coraje y siento que no necesito que me retiren, sino volver a acelerar”[128].

El pastor Ford a pesar de estar jubilado siguió en servicio activo en la Misión de El Salvador como pastor de distrito. En esos años su rutina no cambió, siempre visitando a los enfermos, a la hermandad, realizando proyectos evangelísticos, destacándose por su trabajo entre sus compañeros. Dirigió la construcción de la iglesia de Ciudad Delgado que inició en noviembre de 1963 y finalizó el 9 de Febrero de 1964, este fue el tercer templo construido en San Salvador[129]. En diciembre de 1966, gracias al trabajo y dirección del pastor Ford, fue dedicado el templo de la Iglesia 10 de Septiembre, la segunda iglesia más grande de San Salvador, en tamaño y feligresía, ya para esa tiempo en todo el ambiente adventista de Centroamérica a El Salvador se le conocía como “Ford Country” por el incansable trabajo y la influencia de los Ford en esta nación[130].

El 1 de Julio de 1967 fue inaugurado el edificio de la iglesia de Ayutuxtepeque, hoy conocida como Scandia, junto con aulas para una escuela, este fue otro proyecto dirigido por el pastor Ford en su fase de jubilado[131]. El 22 de Julio los Ford celebraron sus bodas de oro de matrimonio y de servicio como misioneros, más de 1,000 hermanos se reunieron para la celebración en la Iglesia Central, y al llegar a la casa encontraron a un grupo de obreros y amigos que los acompañaron para una segunda celebración.

El 6 de marzo de 1972 la junta de la Misión Salvadoreña tomó un voto para no usar al pastor Ford en ninguna asignación por su delicado estado de salud, ya que él no quería dejar de trabajar[132]. El primer día de la hermandad en El Salvador se celebró los días viernes 17 y sábado 18 de noviembre de 1972. Se aprovechó la oportunidad para otorgar un reconocimiento a los esposos Orley y Lilian Ford por sus 27 años de servicio en El Salvador, los hermanos los ovacionaron. El pastor Ford ya estaba en un estado crítico de salud y compartió un mensaje desafiante, para que los hermanos se mantuvieran fieles hasta el último momento; esas palabras sirvieron de despedida, ya que el siguiente día, domingo 19 de noviembre, el tenaz guerrero descansó en los brazos de su Salvador. La iglesia quedó profundamente triste, por la pérdida, del que fuera considerado el siervo más valioso y capaz que haya tenido El Salvador[133].

Cuando falleció, el pastor Orley Ford estableció un récord dentro de la iglesia adventista mundial como el misionero que más tiempo sirvió en el extranjero, 55 años dedicados al trabajo misionero fuera de su país. Cumpliendo su última voluntad, el pastor Ford fue sepultado en su segundo hogar, como el solía llamar a El Salvador, en el cementerio general de Ayutuxtepeque, San Salvador[134], localidad donde había construido su última iglesia. El 8 de Diciembre de 1990, su amada esposa, Lillian Gertrude Shafer Ford descansó en el Señor y por su voluntad fue sepultada junto a su querido compañero[135]. Ambos esperan el día de la resurrección cuando recibirán la recompensa final por parte de su amado Salvador, a quién demostraron amar toda su vida.

Legado

El trabajo pionero del pastor Orley Ford en Perú, Ecuador y Guatemala entre los indígenas sentó las bases del trabajo de la Iglesia Adventista entre estas comunidades y en años posteriores se dieron grandes resultados en la evangelización de esos grupos. De manera especial en Ecuador su labor se conoció en toda la sociedad ecuatoriana, hasta las altas esferas del gobierno. Su trabajo médico misionero fue reconocido por el gobierno en los países sudamericanos en los que trabajó.

En Costa Rica y El Salvador, su trabajo como administrador permitió que la obra se fortaleciera y tomara un nuevo impulso de crecimiento. Su visión de que los templos de nuestra iglesia fuesen grandes ha permitido que en los lugares donde se construyeran hubiera provisión para el crecimiento futuro. En todos los países que sirvió tomó muy en serio la construcción de grandes y hermosos templos.

Finalmente, en El Salvador, la existencia directa de 2 colegios con primaria y secundaria, que siguen funcionando en el presente, describen su preocupación por la educación y el establecimiento de instituciones educativas adventistas para servir a nuestra hermandad y la comunidad.

Notas

[1] Robert E. Ford, “Robert (GeoBob) Ford's Family Album And History”, Geobobford.com, Noviembre 26, 2018, consultado en Julio 25 de 2019, http://geobobford.com/ford-genealogy.html#OrleyLillianMissionaries

[2] Cecil Houk, “Cecil Houk's Family Tree on WorldConnect Project”, Rootsweb, Septiembre 9, 2005, consultado en Julio 26 de 2019, https://wc.rootsweb.com/cgi-bin/igm.cgi?op=GET&db=cchouk&id=I00052

[3] Cecil Houk, “Cecil Houk's Family Tree on WorldConnect Project”, Rootsweb, Septiembre 9, 2005, consultado en Julio 26 de 2019, https://wc.rootsweb.com/cgi-bin/igm.cgi?op=GET&db=cchouk&id=I00107

[4] Mort Juberg, “Walla Walla Church. 100 Years in the Walla Walla Valley”, Gleaner, vol. 69, no. 9, Mayo 6, 1974, 5-7.

[5] Robert E. Ford, “Robert (GeoBob) Ford's Family Album And History”, Geobobford.com, Noviembre 26, 2018, consultado en Julio 25 de 2019, http://geobobford.com/ford-genealogy.html#OrleyLillianMissionaries

[6] Doug Johnson, “Our Roots. The Birth of an Adventist Hero”, Gleaner, vol. 86, no. 4, Febrero 18, 1991, 4.

[7] “North Pacific Union Conference of Seventh-day Adventists”, Gleaner, vol. 71, no. 23, Diciembre 6, 1976, 44-45.

[8] Robert E. Ford, “Robert (GeoBob) Ford's Family Album And History”, Geobobford.com, Noviembre 26, 2018, consultado en Julio 25 de 2019, http://geobobford.com/ford-genealogy.html#OrleyLillianMissionaries

[9] Cecil Houk, “Cecil Houk's Family Tree on WorldConnect Project”, Rootsweb, Septiembre 9, 2005, consultado en Julio 26 de 2019, https://wc.rootsweb.com/cgi-bin/igm.cgi?op=GET&db=cchouk&id=I00052

[10] Cecil Houk, “Cecil Houk's Family Tree on WorldConnect Project”, Rootsweb, Septiembre 9, 2005, consultado en Julio 26 de 2019, https://wc.rootsweb.com/cgi-bin/igm.cgi?op=GET&db=cchouk&id=I00052

[11] N. W. Lawrence, “Walla Walla College Our Training School For The Young People Of This North Pacific Union Conference”, North Pacific Union Gleaner, vol. 5, no. 51, Abril 19, 19711, 1-2.

[12] E. S. Cubley, “Elder and Mrs. Orley Ford Visit WWC”, North Pacific Union Gleaner, vol. 40, no. 18, Mayo 1, 1945, 2, 3.

[13] Robert E. Ford, “Robert (GeoBob) Ford's Family Album And History”, Geobobford.com, Noviembre 26, 2018, consultado en Julio 25 de 2019, http://geobobford.com/ford-genealogy.html#OrleyLillianMissionaries

[14] Willis Ford, “Havana, Cuba”, North Pacific Union Gleaner, vol. 8, no. 13, Julio 31, 1913, 6-7.

[15] Orley Ford, “Canvassing”, North Pacific Union Gleaner, vol. 11, no. 40, Febrero 8, 1917, 5.

[16] Sylvia Larson, “Obituary”, Inter-American News Flashes, no. 414, Febrero 1, 1991, 3.

[17] “Appointments and Notices”, Advent Review and Sabbath Herald, vol. 94, no. 52, Diciembre 27, 1917, 24.

[18] Sylvia Larson, “Obituary”, Inter-American News Flashes, no. 414, Febrero 1, 1991, 3.

[19] Robert E. Ford, “Robert (GeoBob) Ford's Family Album And History”, Geobobford.com, Noviembre 26, 2018, consultado en Julio 25 de 2019, http://geobobford.com/ford-genealogy.html#OrleyLillianMissionaries

[20] Elizabeth Tollmann, “News Notes”, North Pacific Union Gleaner, vol. 12, no. 19 Septiembre 6, 1917, 5.

[21] En un artículo de agosto de 1955 en la revista These Times, en la página 30, escrito por el mismo pastor Ford, da a entender que ambos tomaron el curso de Médico Misionero.

[22] Review and Herald Publishing Association, editors, Seventh Day Adventist Encyclopedia, Volume 1 (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1966). Esta información fue proporcionada por Seventh-day Adventist Biography File de Loma Linda University, copia de página en PDF, no era legible el número de página, ero esta bajo el título “FORD, ORLEY”.

[23] Orley Ford, “Medical Missionary Work in Latin America”, Ministry International Journal For Pastors, Junio, 1945, consultado en Julio 29 de 2019, https://www.ministrymagazine.org/archive/1945/06/medical-missionary-work-in-latin-america

[24] Adventist Health White Memorial, “History of Caring The Early Years: 1913-1939”, Adventist Health White Memorial, consultado en Julio 29 de 2019, https://www.adventisthealth.org/white-memorial/about-us/history-of-caring/

[25] Robert E. Ford, “Robert (GeoBob) Ford's Family Album And History”, Geobobford.com, Noviembre 26, 2018, consultado en Julio 25 de 2019, http://geobobford.com/ford-genealogy.html#OrleyLillianMissionaries

[26] “Notes”, North Pacific Union Gleaner, vol. 12, no. 36, Enero 10, 1918, 6.

[27] Orley y Lillian Ford, “On Board the S. S. Abangarez in the Gulf of Mexico”, North Pacific Union Gleaner, vol. 12, no. 38, Enero 24, 1918, 5-7.

[28] T. E. Bowen, “One Of Many Missionary Departure Scenes”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 95, no. 5, Enero 31, 1918, 12.

[29] Los nombres completes y las fechas de nacimiento y defunción se obtuvieron del sitio Webb Genealogy – Tree consultado en Julio 30 de 2019, http://207.231.82.106/pc15/pc15_258.html. Algunas de las fechas pudieron ser corroboradas por el autor en otras publicaciones. Otra información sobre la muerte de los pequeños hijos de obtuvo de una autobiografía escrita por el pastor Robert Elden Ford y proporcionada por Seventh-day Adventist Biography File de Loma Linda University en un archivo PDF que esta en posesión del autor.

[30] The Press-Enterprise, “Pastor R. Elden Ford”, Legacy.com, Noviembre 18 de 2016, consultado en Julio 30 de 2019, https://www.legacy.com/obituaries/pe/obituary.aspx?n=r-elden-ford&pid=19949204

[31] OURFAMILY, “LARSON — Sylvia Marilynn (Ford)”, Gleaner, vol. 114, no. 2, Marzo-Abril 2019, 46.

[32] Fernon Retzer, “Forty-One Years Of Service”, The Inter-American Division Messenger, vol. 36, no. 7, Julio 1, 1959, 5, 8.

[33] Robert E. Ford, Fotografía en muro de Facebook, Facebook Personal, Abril 26 de 2013, consultado en Julio 30 de 2019, https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10200256589074682&set=a.10200256184464567-&type=3&theater. OURFAMILY, “LARSON — Sylvia Marilynn (Ford)”, Gleaner, vol. 114, no. 2, Marzo-Abril 2019, 46. En ambas referencias menciona que era hermano adoptado. Sylvia Larson, “Obituary”, Inter-American News Flashes, no. 414, Febrero 1, 1991, 3. Aquí se menciona como sobreviviente a Lilian Ford.

[34] Fernon Retzer, “Forty-One Years of Service”, The Inter-American Division Messenger, vol. 35, no. 7, Julio 1, 1959, 5, 8.

[35] “Appointments and Notices”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 94, no. 52, Diciembre 27, 1917, 23, 24.

[36] “Veteran Inter-American Missionaries”, West Indies Union Visitor, Vol. 19, no. 3 & 4, Julio – Septiembre, 1962, 6.

[37] Orley Ford, “Notes”, North Pacific Union Gleaner, vol. 12, no. 49, Abril 25, 1918, 4.

[38] Orley Ford, “At The Pomata Mission, Peru”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 95, no. 32, Agosto 8, 1918, 11.

[39] Review and Herald Publishing Association, editors, Seventh Day Adventist Encyclopedia, Volume 1 (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1966). Esta información fue proporcionada por Seventh-day Adventist Biography File de Loma Linda University, copia de página en PDF, no era legible el número de página, ero esta bajo el título “FORD, ORLEY”.

[40] Orley Ford, “Medical Missionary Work-in Latin America”, The Ministry, For Greater Power And More Efficiency, Vol. 18, no. 7, Junio, 1945, 31-33.

[41] “Opening The Way With Health Work”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 99, no. 22, Mayo 25, 1922, 24.

[42] Orley Ford, “Pomato Mission, Peru”, The Church Officers' Gazette, vol. 6, no. 4, Abril 1, 1919,11

[43] F. A. Stahl, “Among the Missions About Lake Titicaca”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 97, no. 2, Enero 8, 1920, 16, 17.

[44] C. W. Degering, “South America”, Western Canadian Tidings, vol. 11, no. 13, Julio 6, 1921, 5, 6.

[45] Orley Ford, “Pomata, Peru”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 98, no. 18, Mayo 5, 1921, 24.

[46] Orley Ford, “An Inca Burial”, The Youth's Instructor, vol. 66, no. 53, Diciembre 31, 1918, 13. “Echoes from South America”, The Church Officers' Gazette, vol. 8, no. 5, Mayo, 1921,11

[47] H. U. Stevens, “The Worst Community in the Whole Country”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 100, no. 45, Noviembre 8, 1923, 12.

[48] Orley Ford, “Indian Work in Ecuador”, Missions Quarterly, vol. 11, no. 4, Octubre 1, 1922, 24-26.

[49] Ibid.

[50] H. B. Lundquist, “Ecuador”, South American Bulletin, vol. 15, no. 12, Diciembre 1, 1939, 5, 6.

[51] W. H. Anderson, “On the Trail of Livingstone”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 99, no. 38, Agosto 24, 1922, 11.

[52] Orley Ford, “Medical Missionary Work-in Latin America”, The Ministry, For Greater Power And More Efficiency, Vol. 18, no. 7, Junio, 1945, 31-33.

[53] J. L. Shaw, “The Harvest Ingathering”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 99, no. 39, Agosto 31, 1922, 3.

[54] T. E. Bowen, “General Conference Office Notes”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 99, no. 55, Diciembre 21, 1922, 24.

[55] “News Notes From The Office”, North Pacific Union Gleaner, vol. 17, no. 42, Octubre 26, 1922, 8.

[56] “Ecuador Mission” Seventh-day Adventist Yearbook (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1924), 150.

[57] “Ecuador Mission” Seventh-day Adventist Yearbook (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1925), 164.

[58] “Yakima Valley Academy”, North Pacific Union Gleaner, vol. 19, no. 6, Febrero 7, 1924, 3.

[59] Lauretta Lanches, “Should Auld Acquaintaince Be Forgot?”, North Pacific Union Gleaner, vol. 19, no. 6, Febrero 14, 1924, 5, 6.

[60] B. L., “Walla Walla College, Personals”, North Pacific Union Gleaner, vol. 19, no. 10 and 11, Marzo 13, 1924, 8.

[61] “Notice Of The (Adjourned) Annual Meeting Of The Glendale Sanitarium And Hospital”, Pacific Union Recorder, vol. 23, no. 36, Abril 24, 1924, 8.

[62] M. A. Hollister, “Kansas Camp-Meeting”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 101, no. 39, Septiembre 25, 1924, 18.

[63] I. W. Blackburn, “Central Church Of Los Angeles”, Pacific Union Recorder, vol. 23, no. 42, Junio 5, 1924, 2.

[64] En un documento de proyecto de graduación de la Universidad Nacional de Chimborazo de Ecuador se encuentran el siguiente testimonio de la oposición que enfrentó el pastor Ford en Ecuador: “Un pastor adventista norteamericano, Orley Ford, con su esposa que era obstetriz, hicieron su aparición en la zona de Colta en 1926. (Ilustre Municipalidad de Riobamba, 1992, pág. 492). Surgieron con esta nueva religión en actos benéficos que pretendían hacer para los indígenas de esas zonas, pero representantes de la iglesia católica arremetieron con una campaña en contra de estos nuevos evangelizadores” Lenin Tomás Yumi Agualsaca, “La campaña “Da dignidad, por un Ecuador sin mendicidad” y su incidencia en el imaginario colectivo de los habitantes de 35 a 50 años de edad de la Parroquia Lizarzaburu, en el período Octubre 2015 a marzo 2016”, Universidad Nacional de Chimborazo, Riobamba, Ecuador, 2017.

[65] “Going "Home" Again”, The Inter-American Messenger, vol. 1, no. 8, Noviembre 1, 1924, 8.

[66] Thomas Gray, “Write Our Names In The Book”, Eastern Canadian Messenger, vol. 25, no. 34, Septiembre 1, 1925, 2, 3.

[67] Orley Ford, “Our Mission Wins Favor”, South American Bulletin, vol. 3, no. 1, Enero 1, 1927, 5, 6.

[68] V. E. Peugh, “Ecuador”, South American Bulletin, vol. 4, no. 5, Mayo 1, 1928, 3, 4.

[69] Mission Board, “A Glimpse Into Our Medical Mission, Ecuador”, The Church Officers' Gazette, vol. 15, no. 5, Mayo 1, 1928, 16.

[70] Mission Board, “New Developments in Ecuador”, The Church Officers' Gazette, vol. 16, no. 1, Enero 1, 1929, 16.

[71] Mission Board, “Fruitage Beginning to Appear”, The Church Officers' Gazette, vol. 18, no. 10, Octubre 1, 1931, 16.

[72] “Missionary Sailings”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 108, no. 14, Abril 2, 1931, 32.

[73] Orley Ford, “Good News From Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 8, no. 10, Octubre 1, 1931, 8.

[74] “Guatemala Mission” Seventh-day Adventist Yearbook (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1934), 134, 135.

[75] Orley Ford, “Our Missionaries Still Exploring”, The Church Officers' Gazette, vol. 21, no. 1, Enero 1, 1934, 16.

[76] E. E. H., “Our Theme for July: Vacation Values”, The Church Officers' Gazette, vol. 21, no. 7, Julio 1, 1934, 15, 16.

[77] Orley Ford, “Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 8, no. 12, Diciembre 1, 1931, 5.

[78] Orley Ford, “The Jalapa Indians”, The Inter-American Division Messenger, vol. 9, no. 12, Diciembre 1, 1932, 6.

[79] E. E. Andross, “More Miracles of Mission”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 109, no. 52, Diciembre 29, 1932, 12, 13.

[80] Orley Ford, “The Gospel In Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 9, no. 4, Abril 1, 1932, 5, 6.

[81] Orley Ford, “Good News From Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 11, no. 5, Mayo 1, 1934, 7, 8.

[82] Orley Ford, “Indian Work In Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 12, no. 9, Septiembre, 1935, 7, 8.

[83] Harry Larrabee, “Guatemala, Central America”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 113, no. 19, Mayo 7, 1936, 12, 13.

[84] M. E. Kern, “Theological Seminary”, Canadian Union Messenger, vol. 6, no. 20, Marzo 29, 1938, 1, 2.

[85] Orley Ford, “Progress In Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 15, no. 12, Junio 5, 1938, 3, 5.

[86] Fred I. Mohr, “Guatemala Mission Interest”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 116, no. 32, Agosto 8, 1939, 12.

[87] Orley Ford, “Barrios, Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 16, no. 17, Septiembre 1, 1939, 7, 8.

[88] “Interesting Experiences”, Pacific Union Recorder, vol. 39, no. 32, Febrero 28, 194o, 16.

[89] Orley Ford, “Evangelism in Guatemala”, The Inter-American Division Messenger, vol. 17, no. 9, Junio 1, 1940, 2, 4.

[90] Orley Ford, “In The Mountains Of Guatemala”, The Church Officers' Gazette, vol. 29, no. 1, Enero 1, 1942, 32.

[91] Fred I. Mohr, “Itinerating in Central America”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 119, no. 29, Julio 16, 1942, 18.

[92] Orley Ford, “Good News For Guatemala, Central America”, The Inter-American Division Messenger, vol. 19, no. 11, Diciembre 1, 1942, 5, 6.

[93] N. H. Kinzer, “The Doors of Central America Are Still Open”, Missions Quarterly, vol. 32, no. 1, Enero 1, 1943, 6.

[94] Orley Ford, “A Review Of Our New Field Of Labor”, The Inter-American Division Messenger, vol. 19, no. 12, Diciembre 15, 1942, 6, 7.

[95] F. C. Gilbert, “The Costa Rica Mission”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 120, no. 16, Abril 22, 1943, 18.

[96] N. H. Kinzer, “The Costa Rica Mission Session”, The Inter-American Division Messenger, vol. 20, no. 6, Junio 1, 1943, 8.

[97] W. E. Nelson, “Sacrifice of Native Workers”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 120, no. 27, Julio 8, 1943, 24.

[98] Orley Ford, “Good News From Costa Rica”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 120, no. 45, Noviembre 11, 1943, 23.

[99] Orley Ford, “News Notes From Costa Rica”, The Inter-American Division Messenger, vol. 21, no. 2, Febrero 1, 1944, 8.

[100] Lillian Ford, “Meditations of a Bereaved Missionary Mother”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 120, no. 44, Noviembre 4, 1943, 10, 11.

[101] Lillian Ford, “Dorcas Societies in Costa Rica”, The Inter-American Division Messenger, vol. 21, no. 9, Septiembre 1, 1944, 8.

[102] Lillian Ford, “Meditations of a Bereaved Missionary Mother”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 120, no. 44, Noviembre 4, 1943, 10, 11.

[103] Noel H. Kinzer, “Evangelism in Central America”, The Inter-American Division Messenger, vol. 22, no. 1, Enero 1, 1945, 8, 9.

[104] Noel H. Kinzer, “Highlights of the Superintendent's Annual Report”, The Inter-American Division Messenger, vol. 22, no. 5, Mayo 1, 1945, 3, 4.

[105] E. S. Cubley, “Elder and Mrs. Orley Ford Visit WWC”, North Pacific Union Gleaner, vol. 40, no. 18, Mayo 1, 1945, 2, 3.

[106] “Missionaries Depart by Train, Ship, and Plane”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 122, no. 31, Agosto 2, 1945, 16.

[107] Orley Ford, “El Salvador, Central America”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 122, no. 50, Diciembre 13, 1945, 24.

[108] “Salvador Mission” Seventh-day Adventist Yearbook (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1959), 124.

[109] A. V. Larson, “Excerpts from Central America's Annual Report”, The Inter-American Division Messenger, vol. 28, no. 1, Enero 1, 1951, 10, 11.

[110] Orley Ford, “Onward In El Salvador”, The Inter-American Messenger, vol. 31, no. 3, Marzo 1, 1954, 10-11.

[111] A. V. Larson, “Excerpts from Central America's Annual Report”, The Inter-American Messenger, vol. 28, no. 1, Enero 1, 1951, 10-11.

[112] Orley Ford, “People - Places - Projects”, The Inter-American Messenger, vol. 26, no. 10, Octubre 1, 1949, 8.

[113] W. E. Murray, “Our Story of the Month”, The Inter-American Division Messenger, vol. 25, no. 2, Marzo y Abril, 1948, 8.

[114] Carlos de la Roca, “People, Places, Projects”, The Inter-American Division Messenger, vol. 25, no. 1, Enero y Febrero, 1948, 8.

[115] Orley Ford, “Onward In El Salvador”, The Inter-American Messenger, vol. 31, no. 3, Marzo 1, 1954, 10-11.

[116] J. L. Brown, “Salvador Mission Session”, The Advent Review And Sabbath Herald, vol. 124, no. 21, Mayo 22, 1947, 23.

[117] Arthur H. Roth, “In Central America's Smallest Republic”, Youths Instructor, vol. 98, no. 32, Agosto 8, 195o, 13.

[118] “News of Interest From Central America”, The Inter-American Division Messenger, vol. 30, no. 3, Marzo 1, 1953, 4, 5, 8.

[119] L. L. Rene, “San Salvador Church Dedication”, The Inter-American Messenger, vol. 40, no. 7, Julio 1, 1963, 11, 12.

[120] Orley Ford, “New Church Building in San Salvador”, The Inter-American Messenger, vol. 34, no. 7, Julio 1, 1957, 9.

[121] L. L. Reile, “San Salvador Church Dedication”, The Inter-American Messenger, vol. 40, no. 7, Julio 1, 1963, 11, 12.

[122] L. L. Reile, “Let's Share In The Joy Of Soul Winning!”, The Inter-American Messenger, vol. 31, no. 7, Julio 1, 1954, 12.

[123] “Dorcas Welfare In Salvador”, The Inter-American Messenger, vol. 33, no. 9, Septiembre 1, 1956, 9.

[124] Peter Nygaard, “The Salvador Mission”, Review Herald, vol. 136, no. 50, Diciembre 10, 1959, 32.

[125] “Obituary”, The Inter-American Messenger Flashes, no. 52, Diciembre 5, 1972, 2.

[126] L. L. Reile, “Retired But Not Tired”, The Inter-American Messenger, vol. 37, no. 3, Marzo 1, 1960, 2.

[127] “Veteran Inter-American Missionaries”, West Indies Union Visitor, Vol. 19, no. 3 & 4, Julio – Septiembre, 1962, 6.

[128] Pie de fotografía, The Inter-American Messenger, vol. 39, no. 10, Noviembre 1, 1962, 8.

[129] L. L. Reile, “Central America Advances”, The Inter-American Messenger, vol. 41, no. 6, Junio 1, 1964, 1, 5, 7.

[130] Miguel Angel Mazariego, “The Birth of a Church”, The Inter-American Messenger, vol. 44, no. 9, Septiembre 1, 1967, 10.

[131] Orley y Lillian Ford, “These Fords Still Run”, The Inter-American Messenger, vol. 44, no. 11, Noviembre 1, 1967, 6.

[132] Junta Misión de El Salvador, Marzo 6, 1972. Ford Orley – Fin de Trabajo, voto 72-23. Libro de 1972. Archivo de Misión de El Salvador, San Salvador, El Salvador.

[133] “SDA’s Celebrate Brotherhood Day In El Salvador”, The Inter-American Messenger Flashes, no. 53, Diciembre 19, 1972, 2.

[134] Review and Herald Publishing Association, editors, Seventh Day Adventist Encyclopedia, Volume 1 (Washington, D.C.: Review and Herald Publishing Association, 1966). Esta información fue proporcionada por Seventh-day Adventist Biography File de Loma Linda University, copia de página en PDF, no era legible el número de página, ero esta bajo el título “FORD, ORLEY”.

[135] Sylvia Larson, “Obituary”, Inter-American News Flashes, no. 414, Febrero 1, 1991, 3.

Biografía de Autor

Vicente Nafri Machado Arévalo, MBA (Universidad de Montemorelos, Nuevo León, México). Sirve como encargado del Departamento de Producciones y soporte de TIC de la Unión Salvadoreña Adventista desde el 2011. Es primer anciano y administrador del Centro de Influencia Escalón de la Misión Central Salvadoreña, comprometido en la plantación de iglesias entre la población de clase media-alta de la capital de El Salvador. Un evangelista dedicado arduamente a la predicación del evangelio.